Mariano Rajoy

Mira que personalmente me cae bien Mariano Rajoy, pero como político cada día me parce más trilero. Nunca se ha visto a nadie con tanta capacidad para no hacer nada y esperar a que las cosas se arreglen solas y, lo mas sorprendente, es que normalmente esa estrategia le suele salir bien. Le salió bien cuando no pidió la asistencia de Europa a nuestro problema con la deuda y ahora no me extrañaría que le salga bien en su empeño de que el PSOE se abstenga en una segunda votación de investidura. Para ello no duda en presionar en todos los frentes: La opinión pública,  los mercados, los presupuestos, Europa, etc. La semana pasada era superurgente el formar gobierno y cuando Ciudadanos dice que podrían votar afirmativamente, si se aceptan unas condiciones previas, entonces ya no hay prisa y se puede perder una semana para convocar la Comité Ejecutivo del PP para aprobar las condiciones.  Al final, para que no haya tal aprobación y, tipico del PP, un respaldo al presidente para que haga lo que quiera, osea, nada.
En mi anterior entrada a este blog, hablaba de la hipocresía de los políticos para decir un día blanco y al siguiente negro, y no pasa nada. Es más, ese comportamiento parece ser muchas veces recompensado,  si no cómo se explica que el PP siga teniendo más de 7 millones de votos y haya mejorado en las últimas elecciones. Será que una gran mayoria de votantes vota mas con el corazon que con la cabeza y no se preocupan de estar informados de lo que hace y propone el partido al que dan su confianza. ¿Tendría que haber un examen para ser votante, igual que lo hay para conducir un coche?. Es terrible decirlo, pero lo de un hombre/mujer, un voto, no patece estar funcionando correctamente. Me temo que somos facilmente manipulables y votamos sin la suficiente información. Ejemplos tenemos en la historia todos los que queramos, los últimos: El brexit o el ascenso del PP. Esperemos que no ocurra los mismo en EE.UU. y Trump no salga elegido presidente.